viernes, 13 de septiembre de 2013

Carlina acanthifolia o Eguzkilore

Foto: Zigor Belaustegigoitia

La carlina acanthifolia, conocida en el País Vasco y Navarra como Eguzkilore, se usa en algunas regiones con fines decorativos y protectores por esta preciosa leyenda:

Hace miles y miles de años, cuando los hombres empezaban a poblar la tierra, no existían ni el sol ni la luna y los hombres vivían en constante oscuridad, asustados por los numerosos genios que salían de las entrañas de la tierra en forma de toros de fuego, caballos voladores, enormes dragones...

Los hombres, desesperados, decidieron pedir ayuda a la Tierra
- Amalur (Madre Tierra)- le rogaron- te pedimos que nos protejas de los peligros que nos acechan constantemente.
La Tierra estaba muy atareada y no hizo caso a los hombres, pero éstos insistieron tanto que al final les atendió.
- Hijos míos, me pedís que os ayude y eso voy a hacer. Crearé un ser luminosos al que llamaréis Luna.
Y la Tierra creó la Luna.

Al comienzo, los hombres se asustaron mucho y permanecieron en sus cuevas sin atreverse a salir, pero poco a poco, fueron acostumbrándose. Al igual que los hombres, los genios y las brujas también se habían atemorizado al ver aquel objeto luminoso en el cielo pero también se acostumbraron y no tardaron en salir de sus simas y acosar de nuevo a los humanos.

Acudieron una vez más los hombres a la Tierra.
- Amalur- le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado a la Madre Luna, pero aún necesitamos algo más poderoso puesto que los genios no dejan de perseguirnos.
- De acuerdo, crearé un ser todavía más luminoso al que llamaréis Sol. El Sol será el día y la Luna será la noche.

Y la Tierra creó el Sol. Era tan grande, luminoso y caliente que los hombres tuvieron que ir acostumbrándose poco a poco pero su gozo fue muy grande porque, gracias al calor y a la luz del Sol, crecieron las plantas de vivos colores y los árboles frutales. Y, lo que es aún más importante, los genios y las brujas no pudieron acostumbrarse a la gran claridad del día y desde entonces sólo pudieron salir a la noche.

Otra vez fueron los hombres a ver a la Tierra.
Foto: Flores por Impulso
- Amalur- le dijeron- te estamos muy agradecidos porque nos has regalado la Madre Luna y la Madre Sol pero necesitamos aún algo más porque aunque durante el día no tenemos problemas, al llegar la noche los genios salen de sus simas y nos acosan.
Nuevamente la Tierra les dijo:
- Está bien. Voy a ayudaros una vez más. Crearé para vosotros una flor con forma de sol. Si algún espíritu maligno pretende entrar por la noche y encuentra una Eguzkilore, tendrá que pararse para contar los numerosísimos pelos de la flor y el día le sorprenderá sin haber terminado su tarea".

Esta flor es una especie protegida ya que está en peligro de extinción debido a su excesiva recolección.

¿Os ha gustado la leyenda?

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