lunes, 29 de diciembre de 2014

El cuidado de las orquídeas Phalaenopsis

 Orquídea de 2 varas
Iluminación
En casa, el mejor sitio para poner vuestra planta es cerca de una ventana bien iluminada pero que no reciba la luz directa del sol. Si recibe el sol directo, conviene poner una cortina fina para suavizar la luz y protegerla del calor, que puede producir quemaduras en el follaje.
Si colocas tu planta a más de un metro de la ventana, lo más posible es que no tenga la luz necesaria para realizar la fotosíntesis y asimilar los nutrientes. Si la planta recibe poca luz, las hojas crecerán de color verde muy oscuro, tendrá pocas flores y raíces escasas.
Por el contrario, si observas que las hojas tienen grandes manchas amarillas que se vuelven marrones, es una indicación clara que la planta está recibiendo demasiada luz.

Temperatura
En casa, la temperatura ideal diurna es de 24-28ºC y nocturna de 18-22ºC, pero son plantas suaves y viven bien con temperaturas entre 15ºC y 35ºC.

Humedad
En las casas con calefacción el ambiente es cálido pero a la vez seco, por lo que deberíamos vaporizar las raíces y las hojas, no las flores.
También se pueden colocar recipientes con agua en los radiadores para aumentar la humedad.

Riego
En invierno es suficiente con regarlas una vez por semana y algo más en primavera y verano, dependiendo de la temperatura y humedad del ambiente.
Las raíces no deben quedar encharcadas, ya que podrían pudrirse. Una buena idea es ponerlas en un tiesto o recipiente de cristal para que las raíces reciban luz y en el fondo poner piedras o algún otro objeto para evitar que quede en contacto con el agua.
Cuando riegues evita que se moje el centro de la planta, donde nacen las hojas, ya que puede podrirse toda la planta.

Abono
Existen abonos especiales para orquídeas que se recomiendan usar una vez por semana cuando la planta está en flor y cada 15 días cuando esté en reposo.
Utiliza dosis bajas de abono para evitar quemaduras en las raíces.

Poda
Cuando las flores se marchitan y se caen y la vara se queda marrón y seca, es el momento de podar. Lo recomendable es cortar a unos 2 centímetros del nacimiento de la vara.

lunes, 22 de diciembre de 2014

Las flores de la buena suerte

En muchas culturas creen en los amuletos de la buena suerte, y éstos pueden ser de todo tipo de formas o colores... Os traemos algunas de las flores que se creen que atraen a la suerte.

Fuente: Flickr
Campanas de Irlanda (o Moluccella)
A pesar del nombre, en realidad pertenecen a las Islas Molucas en Indonesia y fueron llamadas así por sus hojas verdes en forma de campana. Son muy altas y llegan a crecer hasta 60 cm. Tienen un suave aroma y son de color verde manzana. 
Esta flor se utiliza en la celebración del Día de San Patricio y también se encuentran en los ramos de novia o arreglos florales de boda para atraer la buena suerte.


Fuente: Infojardín
Brezo blanco (o Erica arborea)
Esta tradición viene de la Inglaterra victoriana del siglo XIX, cuando se recogía brezo blanco en flor porque creían que traía la buena suerte.
La flor se ha asociado también a la supervivencia en los campos de batalla, se dice que las personas que portaban esta flor sobrevivían. 
Además esta flor ha sido usada con fines medicinales. Todo esto, junto con su escasez, puede haber dado lugar a la asociación de esta planta con la buena fortuna.


Fuente:ichn.iec.cat
Espuela de caballero (o Delphinium peregrinum) 
Es una planta nativa de Europa cuyo nombre se dice que viene de Delphi, un templo de la Antigua Grecia dedicado a Apolo, el dios del Sol. A pesar de que los dioses griegos se consideraban caprichosos y volubles, ser favorecido por Apolo se consideraba una bendición.
En Inglaterra, la raíz de la planta se usaba para hacer pócimas de amor.


¡Buena suerte a todos!

Fuente: ehow

viernes, 5 de diciembre de 2014

El orígen de la tradición de la Flor de Pascua

Poinsettia - Flor de pascua
Flor de Pascua o Poinsettia
La Flor de Pascua o Poinsettia es una planta originaria de México, donde tenía un gran simbolismo para los aztecas. De hecho, era la planta que utilizaban para ofrecer a los dioses, además de como planta medicinal.


¿Y cómo llegó a convertirse en símbolo de la Navidad en todo el mundo?
No se conoce cuando empezó a ser conocida como la flor de Navidad, pero sí hay constancia, de que ya en el siglo XVI, los frailes franciscanos que evangelizaron la población de Taxco de Alarcón en México la utilizaban en sus decoraciones navideñas.

Pero quien realmente consiguió que la planta fuera conocida en todo el mundo fue Joel Roberts Poinsett, botánico y político estadounidense, que trabajó en el siglo XIX como embajador de Estados Unidos en México.
Los historiadores cuentan que Poinsett conoció esta planta en sus años en México, y se llevó esquejes de vuelta a su país. Después comenzó a regalar esta planta a sus amistades por Navidad, que es cuando se encuentra su máximo esplendor. Poco a poco esta tradición fue cogiendo más fuerza y a día de hoy se ha extendido por todo el mundo, especialmente por Europa.

Si quieres saber cómo cuidar esta delicada planta, puedes ver el post que le dedicamos el año pasado.

Si tienes alguna duda, no dudes en escribirnos.